Como la mujer samaritana...

Pienso que esta mujer antes de encontrarse con Jesús consideraba un gran vacío en su corazón y no sabía por qué, todo ello se tradujo en una carencia del verdadero Amor lo cual podemos notar en las Escrituras.

Como la mujer samaritana me encontraba yo, la diferencia era que tenía tan solo cinco años en los cuales solo recuerdo sentir un gran vacío en mi corazón y el llanto frente a un espejo que me acompañaría por unos años más.

Tenía cinco años y sin saberlo mi alma clamaba a gritos el conocer al Creador pues en mi corta vida no sabía de la existencia de Dios, el Único y Verdadero, Jesús.

Podrías pensar por qué esto si se supone que la infancia es el momento más feliz de nuestra vida, etapa en la cual ignoramos todos los problemas y necesidades que existen, comprendo que no lo entiendas, yo tampoco lo entendía.

Mi vida era la vida que cualquier niña soñaba, vivía en algún lugar del mundo con mis padres, cuanto pedía me era concedido, tenía amor, atención, y mi habitación parecía una juguetería... qué más podría pedir a esa edad.

Bien, pues todo cuanto pedía mi alma y aun todo mi ser era que alguien me hablara de Dios y este entrará a ocupar el lugar en mi corazón que había apartado para Él aún sin conocerlo.

En conclusión solo me queda decirte que no podrías dejar mejor legado que el conocimiento de Cristo, en casa, en tu barrio, ciudad o país hay hombres y mujeres cuya alma anhela aún sin saberlo que alguien les diga que tienen un amigo ideal, un amado, el Amor perfecto, que tienen a Jesús y pueden conocerlo.

Yo en lo personal no supe de Él hasta dos años después, a pesar de mi corta edad era curioso como contaba más lágrimas que días, y, como en mi camino me encontré con un fan #1, más bien con un acosador...

Por su parte, Dios seguía allí.